Salmo
103: 2-5
Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;
El que sana todas tus dolencias;
4 El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;
El que te corona de favores y misericordias;
5 El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.
De modo que te rejuvenezcas como el águila.
Mira el
versículo que encontré ¿No está maravilloso? La verdad es que hoy amanecí
angustiada: vienen los gastos de navidad, y necesito pensar cómo generar más ingresos.
Además, tengo una idea que no he podido concretar y ya se terminó otro año, eso me frustra, hoy
especialmente me sentí muy mal de no haber logrado avanzar sobre esa idea. Me sentí
incapaz, débil y eso me provoca enojo, impotencia y a la vez tristeza.
Creo que
este tipo de pensamientos nos atacan a todos de alguna forma o de otra, en los
diferentes niveles o circunstancias en las que nos podamos encontrar… Así que
hice lo que sé hacer, me puse a orar.
No creas
que soy de las personas que sólo oran en una emergencia, no; en realidad oro
todas las mañanas, a veces una hora, a veces más. Mi tiempo con Dios es maravilloso,
en realidad para mí, literalmente, es tomar mi primer café de la mañana junto a
Jesús, tomo té o café según se me antoja y comienzo a orar, después abro mi
biblia y comienzo a platicar con Dios Padre, Jesús y la persona del Espíritu
Santo. Son tres, pero son el mismo y así me refiero a cada uno o como uno solo.
¿Sabías que
la angustia, temor, debilidad son emociones
contrarias a la fe y al amor de Dios? Aunque son sentimientos naturales en el ser humano, no podemos
permitir que nos causen opresión. Estos sentimientos van a aparecer por
naturaleza, pero tenemos que resistirlos y confiar en que las promesas de Dios,
que son de bien y no de mal, nos alcancen. Así que empecé mi oración pidiendo
perdón por tener sentimientos de incredulidad, sobre todo ahora que en pasados
días recibí provisión inesperada, se suplieron necesidades en formas llenas del
amor de Dios.
¿Por qué
estoy pensando que todo lo que está por venir no será suplido también? Así que
abro mi corazón a Dios, porque de todas formas él lo conoce mejor que yo, le
expongo toda mi inquietud, le pido perdón por mi falta de fe y le pido que me
ayude.
También le
pedí que sane mi corazón, porque cuando el corazón se turba con las
preocupaciones, hasta te sientes mal físicamente y si no tenemos cuidado nos
podemos enfermar por estrés. ¿Sabías que la enfermedad también es contraria a
la voluntad de Dios? Dice la biblia que Él se entregó en la cruz cargando
nuestras enfermedades para que nosotros fuéramos sanos, así que si Jesús ya
pagó, tener enfermedad es contrario a lo que él desea para nosotros.
En fin,
hablé todo ese tiempo con mi amado, luego pensé: “Salmo 103” Reconozco cuando
no son mis ideas, así que supe que era la respuesta de Dios para mi oración. Lo
asombrosos es que los salmos fueron escritos por el rey David hace miles de
años y él se sintió igual que nosotros, pues la respuesta de Dios fue la misma
para él y hoy la puedo leer para mí, y por supuesto, si tú la necesitas,
también es para ti:
Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;
El que sana todas tus dolencias;
4 El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;
El que te corona de favores y misericordias;
5 El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.
De modo que te rejuvenezcas como el águila.
Todo lo que
hablé con él está aquí con una respuesta de amor maravillosa. Fue como escuchar
a Dios decirme:
“Gaby, no olvides lo que ya antes
hice por ti, yo te perdono y sano tus angustias, sacaré tu vida de la necesidad
y te coronaré de favores y misericordias, es decir, te daré todo lo que me
pides. Habla cosas de bien (o sea, no te quejes) para que rejuvenezcas como el
águila.”
¡¡¡Cuánto nos
ama Dios!!! Amigos, disfruten de la Gracia de Dios, no lo merecemos, pero él
nos lo quiere dar, es un Padre muy sorprendente, acércate a él y disfruta de su
amor.