Después de escuchar
un hermoso mensaje de lo que significa estar bajo la Gracia, decidí escribir lo
que a mis ojos fue descubierto ¡Estoy tan feliz de este mensaje! Pero dejemos
que Pablo hable primero…
(Romanos
6:1-14) (Escribiré en letras rojas lo que fui entendiendo de los siguientes
versículos)
Cristo quebró el poder del pecado
1 Ahora bien, ¿deberíamos seguir pecando para que
Dios nos muestre más y más su gracia maravillosa? 2 ¡Por supuesto que no! Nosotros hemos muerto al
pecado, entonces, ¿cómo es posible que sigamos viviendo en pecado? 3 ¿O acaso olvidaron que, cuando fuimos unidos a
Cristo Jesús en el bautismo, nos unimos a él en su muerte? (Nuestra naturaleza
pecaminosa murió en la cruz y demostramos nuestra fe al ser bautizados).
4 Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo
mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el
poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva. (Hemos resucitado con
una nueva naturaleza, es decir, ya el pecado no tiene ningún poder sobre
nosotros, al menos que nosotros mismos le demos entrada… por ejemplo, una
persona que gusta de vivir en adulterio, es decir, se siente atraída por vivir
engañando a su pareja, pero en el fondo se siente miserable, triste, en fin se
siente muy mal, pero no puede dejar de hacerlo. Eso significa que la naturaleza
de pecado está controlando a esa persona. La buena noticias es que una vez que sinceramente
le entrega su corazón a Jesús, entonces ese pecado pierde todo poder, la
persona tiene que decidir que ante la tentación se mantendrá firme y es allí
cuando la Gracia sobreabunda y será muy fácil que esa persona nunca más vuelva
al adulterio. Por eso vemos testimonios de drogadictos, que nunca más se
vuelven a drogar, o prostitutas que nunca más vuelven a la fornicación, o los
adictos a la pornografía que después les da asco volver a verla, etc.).
5 Dado que fuimos unidos a él en su
muerte, también seremos resucitados como él. 6 Sabemos que nuestro antiguo ser pecaminoso fue
crucificado con Cristo para que el pecado perdiera su poder en nuestra vida. Ya
no somos esclavos del pecado. (Vivir bajo la Gracia te hace muy feliz porque te maravillas de las cosas
que pasan a tu alrededor. Te das cuenta que aquello que te angustiaba, ya no te
hace nada; lo que te hacía sentir culpable, pierde su poder y vives en un
descanso maravilloso… ¿Te digo algo? Serás criticado y señalado por eso, pero
no te va a importar porque el amor que vive en ti es más grande que cualquier
otra cosa. No estoy diciendo que te vuelvas irresponsable, irrespetuoso o que
ya no tendrás problemas… amigo seguimos en el mundo, ¡lo perfecto está en el
cielo! Pero tu camino por esta vida será más ligero, el amor de Dios es muy
poderoso, te va a sorprender).
12 No permitan que el pecado controle la
manera en que viven; no caigan ante los deseos pecaminosos. 13 No dejen que ninguna parte de su cuerpo se
convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio,
entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora
tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para
hacer lo que es correcto para la gloria de Dios. 14 El pecado ya no es más su amo, porque ustedes ya no
viven bajo las exigencias de la ley. En cambio, viven en la libertad de la
gracia de Dios. (¡Óooorale! –expresión mexicana de asombro- Vivir en la libertad de la
Gracia, ¿qué significa? La Gracias es la plenitud, es todo lo que deseamos, es
ser sanos, exitosos, creativos, felices, tener amor, viajar, hacer fiestas, ir
de compras… pero también nos gustaría ayudar. Cuando vemos a un niño descalzo
desearíamos ir a comprarle ropa, zapatos, comida, ¿a poco no? los seres humanos
así somos porque somos creación de Dios, somos como nuestro creador. Pues la
Gracia te da ese poder de vida, esa es la vida en abundancia por la que Jesús
murió en la cruz, para que tú y yo vivamos en esa libertad de la Gracia).
Y por último, para que quede bien
explicado aquello que he entendido mucho más que antes: Vivir en pecado es como
conducir un auto que te lleva todo el tiempo a pecar, pero el destino siempre
será negativo, eso ocurre porque se vive en las tinieblas -sin Jesús-. Es decir,
vives en una ciudad llamada Tinieblas, conduces un auto que se llama pecado,
estás dentro de ese auto, por eso siempre llegas al mismo lugar y cada día el
resultado es tristeza, vacío, enojo, condenación y más de lo mismo todos los
días ¡¿Quién quiere seguir viviendo allí?!
Cuando estás tan desesperado y gritas
(interiormente) ¡¡¡Necesito que alguien me ayude!!! Entonces Jesús te dice: “Aquí
estoy”, tú le abres tu corazón y se lo entregas. En ese momento te toma de la
mano y te lleva a vivir a la ciudad llamada Luz Admirable, te da un nuevo auto
que se llama Gracia, ahora te mueves en la Gracia, estás dentro de ese auto y
cada día el resultado es plenitud, gozo, asombro, alegría, creatividad,
prosperidad…¿quién quiere ir a su antiguo auto? ¡Nadie!
Eso sí, todos los día te querrá
seducir, querrá que vuelvas, pero tú decides… si un día te equivocas y por
curiosidad te subes al viejo auto, pues entonces sólo sal de allí… corre de
nuevo y vuelve a tu nuevo auto La Gracia.
¡Disfruta tu viaje, descansa en La Gracia, ese auto se maneja solo! Te invito a conocer mis libros: