viernes, 26 de enero de 2018

¿Qué sigue de una operación?


Como muchos de ustedes  saben, a finales de febrero del año pasado, Dios me presentó un plan sorprendente, desde ese momento me enseñó a caminar en una fe inigualable para mí, nunca antes había vivido cosas tan maravillosas y lo mejor de todo es que yo no hacía nada, solamente creer.
A mis trece años de edad comencé a presentar  problemas para caminar, a los quince años ya no podía usar zapatos con tacones y en el primer año de preparatoria me hicieron la primera operación en mis pies, en fin pasaron muchos años,  cuatro operaciones y a mis casi cincuenta años sin esperanza de una mejoría, Dios comenzó a hablarme, una persona me dijo: “Gaby Dios quiere sanar tus pies”
Fue como ir quebrando una roca, lo que había aprendido acerca de los milagros que hoy en día son una realidad, me hacía entender con el pensamiento que “claro que Dios lo puede hacer” , pero algo en mi corazón se resistía (ahora sé que era incredulidad y hay que reconocerla para echarla fuera) el tres de febrero escribí un blog  que se titula “La incredulidad nos mantiene en el desierto”, te lo recomiendo, lo acabo de leer otra vez y ahora sé por qué de repente Dios soltó bendiciones que estaban retenidas, retenidas por la incredulidad.


Como les decía, a finales de febrero (después de desarraigar toda incredulidad de mi corazón como Dios me lo mostró), me sorprendió con un plan maravilloso, y hasta le puso fecha, todas las circunstancias inimaginables se acomodaron para que me operaran mi pie derecho que era el más problemático. Todos los recursos económicos, médicos, tiempos, y demás detalles quedaron cubiertos perfectamente y por supuesto como estamos hablando de los planes de Dios, hubo bendiciones por todos lados. Cada uno de los detalles fue un milagro, las personas, los recursos, las fechas, todo quedaba perfectamente acomodado sin que yo hiciera nada, fui como una espectadora, por supuesto maravillada por el amor de Dios.

Mi operación se llevó a cabo el 31 de agosto 2017, (y es importante mencionar que en el quirófano, Dios me permitió ver su Gloria, era como un vapor brillante flotando en ese lugar y sentí una paz indescriptible). Me inmovilizaron el pie con un yeso de fibra de vidrio, después usé una bota ortopédica (parecía robocop) y el cuatro de diciembre me dijeron los doctores “ya empiece a caminar, poco a poco con ayuda de un fisioterapeuta y la volveremos a ver el 16 de abril”. Así que aquí estoy,  tengo terapias dos veces por semana, mi tarea es hacer los ejercicios dos veces al día,  quiero decirles que la etapa de rehabilitación es la más difícil. He aprendido un montón de cosas y lo que más me impresiona es la fuerza de los hábitos en la mente.

Mi terapeuta me ha explicado cómo a las personas que les amputan un miembro, incluso pasa tiempo y siguen sintiendo dolor en ese miembro que ya no tienen. También me ha explicado cómo una persona que se somete a una cirugía estética, es probable que se vuelva a intervenir, porque en su mente no logra ver su nueva imagen. Pues así estoy batallando con mi mente, no he logrado caminar fluidamente; aunque mi pie ya me lo enderezaron, en mi mente no hay una conexión con mi nueva naturaleza. Tengo que caminar frente a un espejo, me tomaron video caminando junto a mi hija para que pueda ver cómo es que  ya camino con mis pies derechos, pero en mi mente no se ha registrado y te voy a decir que pasa: Cada vez que doy un paso siento que en mi nuevo pie tengo una especie de plataforma que empuja mi cadera hacia arriba y me entorpece mi caminar. Pero eso en realidad no ocurre porque yo lo puedo ver en el espejo,  mi mente no ha  logrado asimilarlo y siento eso que me estorba, que no es real.

La doctora me dijo: “No crea en lo que siente, crea en lo que ve” por eso tengo que verme en el espejo, ya he llorado de alegría y asombro al verme viviendo este milagro ¡Caminar con mis pies derechos después de tantos años es tan maravilloso! Ahora sólo falta hacer la “conexión” de la mente con el cuerpo.
Y me dijo algo más… y es por eso que estoy escribiendo este blog: 

“Señora, desde que salió de la sala de operaciones usted es una nueva persona. Ya no tiene su pie enfermo, ya no es una persona incapaz, ahora es una nueva mujer con todas sus capacidades completas. Tiene que aprender a verse como ahora es, una nueva mujer fuerte y capaz.” 

  ¡Wow! estas palabras me conmueven y  te voy a decir porque…

Cuando la biblia nos dice que al reconocer a Jesús como nuestro Señor  y le entregamos nuestra vida, entonces nacemos de nuevo (espiritualmente hablando) dice la biblia que somos nuevas criaturas, hemos sido trasladados de las tinieblas a la luz admirable. Es decir, pasamos de vivir en tinieblas, a vivir en la luz de Dios, ya somos ciudadanos del reino de los cielos en la tierra. Pero también nos dice que es necesario que nuestra mente sea renovada… ¿Sabes por qué? Ahora entiendo, es por todo esto que te acabo de contar, esto que estoy viviendo en mi condición física me ayudó a entender que tenemos que hacer la conexión en nuestra mente con nuestra nueva naturaleza.  Por eso tenemos que trabajar en nuestra mente para vernos como ya somos para Dios, ya somos nuevos, renovados, fuertes, valientes, sanos, prósperos, felices. ¡Ya lo somos! Sólo tenemos que creerlo y hacer “la conexión”.

Otra cosa, la paciencia es un factor muy importante: desde el momento en que salí de la operación soy una mujer sana, pero obviamente en ese momento no podía tomar mis zapatos y salir corriendo, tenía que esperar que mis huesos sanaran, que el cuerpo se rehabilite, tengo que hacer mis ejercicios y trabajar sin descanso hasta lograr que mi cuerpo llegue a la plenitud. Mi terapeuta me dice que tengo que seguir un proceso en mi mente de asimilación, después rehabilitación y en seguida  viene la adaptación. Es decir, una vez que mi cuerpo logre la condición óptima, entonces comienza la adaptación a la nueva forma de caminar. Es maravillosos pensar que todo esto lo podemos trasponer  a nuestra vida espiritual ¿Me explico? Entrar a formar parte de la familia de Dios, es un proceso que lleva tiempo, somos trasladados de manera inmediata por el amor de Dios, pero tenemos que madurarlo, entenderlo, vivirlo, asimilarlo y adaptarnos a esa nueva naturaleza de victoria, sanidad, gozo, plenitud, prosperidad. 

Lo más importante de este proceso es nunca dejar que la mente te lleve a creer que no perteneces a esa nueva naturaleza, la naturaleza de ser heredero hijo de Dios ¡Ya no somos esclavos, sino hijos! Al ser hijos de Dios recibimos esa autoridad entregada por el Padre por medio de Jesucristo, la biblia dice que estamos reinando junto con Cristo en lugares celestiales. Eso quiere decir que inmediatamente recibimos  la autoridad en Cristo para derribar a los enemigos (espiritualmente hablando), echar fuera demonios, sanar enfermos, resucitar muertos, ¡Eso dice Jesús! Él dijo: “Estas señales seguirán a los que creen, en mi nombre echarán fuera demonios, sanaran enfermos, hablarán nuevas lenguas, tomarán en sus manos serpientes, y si  bebieran cosa mortífera no les hará daño.” (Marcos 16:17-18)

Haz la conexión con tu nueva naturaleza, ¡No creas en lo que sientes, cree en lo que ves! Y me refiero a ver con los ojos espirituales todas las bendiciones y milagros maravillosos que seguramente Dios te ha regalado. Ya no veas tus circunstancias, sólo cree en lo que Dios ya te dio. Tómalo, recíbelo, es real. 


Otra buena noticia: ¿Te acuerdas que el primer milagro que hizo Jesús fue el de convertir el agua en vino? Tal vez nosotros éramos agua simple y en un instante Jesús nos convierte en el mejor vino, el de los más caros, el más preciado. A mí esto me sorprende porque antes hablé de un proceso de maduración, un proceso natural, pero que tal si entramos a la naturaleza de Jesús que es sorprendente y sobre natural y en un instante somos lo que Dios diseñó. ¡Haz la conexión! ¡Hagamos la conexión!  No estés más detenido por incredulidad, sólo avancemos, avancemos, avancemos. 

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¡Leer transforma!

miércoles, 3 de enero de 2018

Leamos la biblia en un año ¡Sorpréndete!


Uno de mis propósitos para este 2018 es leer la biblia completa, así que seguiré el programa de lectura que viene en las últimas páginas de mi biblia (Te invito a hacer lo mismo), está muy dinámico y agradable; propone leer unos versículos del Nuevo Testamento, algunos capítulos de los libros del Antiguo Testamento y un Salmo, esto me ha llevado un tiempo de treinta minutos y quiera o no, me he quedado meditando en la lectura, por eso es que decidí compartir las cosas que he descubierto y me han sorprendido ¡En serio! La biblia nos puede sorprender  como nunca lo imaginamos. Ejemplo: Hoy leí un versículo que decía “Y había gigantes en la tierra”, y también otro que decía “Y vivió novecientos sesenta y cinco años”… ¡¿Qué?!

Partamos de lo básico: yo creo, indiscutíblemente creo con todo mi ser que la biblia es la palabra de Dios y Él no miente, así que si dice que había gigantes, así era.  Si dice que los primeros hombres vivían seiscientos, ochocientos y hasta novecientos años, así mismo era. Recordemos que solamente Jesús usó parábolas, cuando trataba de explicar a quienes lo escuchaban algún asunto del reino de los cielos, entonces usaba dichas parábolas, (La parábola designa una forma literaria que consiste en un relato figurado del cual, por analogía o semejanza, se deriva una enseñanza relativa a un tema que no es el explícito. Es en esencia, un relato simbólico o una comparación basada en una observación verosímil –Wikipedia-), pero después de la parábola encontramos la explicación de la misma.  Todas las demás historias de la biblia son reales y sucedieron tal y como dice.

Este plan de lectura lo comencé el lunes primero de enero, así que hoy leí lo que corresponde al día tres, pero la verdad también lo del día cuatro, pienso que habrá días en que no pueda leer, así que cada vez que tenga el tiempo, voy a adelantarme. Te invito a hacer lo mismo, leamos juntos toda la biblia en un año ¿te late?

Día 1 – Lucas 5:27-39, Génesis 1 y 2, Salmo 1

Día 2 – Lucas 6:1-26, Génesis 3 al 5, Salmo 2

Día 3 – Lucas 6:27-49, Génesis 6 y 7, Salmo 3

Día 4 – Lucas 1:1-17, Génesis 8 al 10, Salmo 4 (por si quieres adelantar)

Lo que más me ha sorprendido:

Primero, que un hombre que trabajaba cobrando impuestos, dejó todo y siguió a Jesús. Dice que Jesús iba pasando y sólo le dijo “sígueme” ¡dejó todo y le siguió! Qué poder tenía Jesús que los hombre le seguían así, sin más explicación. Pedro dejó su trabajo y Mateo dejó su trabajo, sólo les dijo “Sígueme” no les tuvo que rogar, ni dar ninguna explicación, eso me sorprende mucho.

Otra cosa que me ha sorprendido es descubrir cómo Dios creó todo, cuando leí Génesis 1, me imaginaba a Dios creando el día y la noche, pero yo sé que el mundo gira alrededor del sol y por la noche podemos ver las estrellas, así que imaginaba a Dios creando el universo, los planetas, las galaxias, el sol y la luna y después todo eso sostenía al planeta tierra. Pero la biblia dice todo lo contrario ¡¿No es sorprendente?! Dios primero hizo el planeta tierra, después el día y la noche y después hizo el sol, la luna y las estrellas. Mi corto entendimiento me hace pensar, porque así está escrito, que Dios creo el universo para sostener a la tierra y no al contrario. Por eso hay que leer con calma (te recomiendo que te tomes tu tiempo cuando estés leyendo).

Otra cosa maravillosa es que Dios creó a los seres humanos y le gustó lo que hizo, pero después hizo a Adán y de él creó a Eva, a ellos les dio el jardín del Edén, (cuando la biblia dice que, por el pecado de Adán y Eva perdimos el Edén; pero por medio de Jesús recuperamos las bendiciones, entonces creo que espiritualmente vivir bajo la Gracia es igual que vivir en el jardín del Edén. Si estás familiarizado con esto que digo, estúdialo y verás cuantas maravillas).  De Adán y Eva surgen todas las generaciones del pueblo de Dios, Israel, es decir, los judíos (Jesús era judío no lo olvides). Pero por la creación de los otros seres es que existieron gigantes, pero un día vio Dios que toda la tierra se había corrompido y había mucha maldad por eso es que manda un diluvio y sólo Noé y su familia (que son descendientes de Adán y Eva) son salvados y de ellos la tierra se vuelve a poblar.
Hubo un hombre llamado Enoc quien vivió trescientos sesenta y cinco años, fue el bisabuelo de Noé, de él se especifica que caminó con Dios y un día desapareció porque Dios se lo llevó, de todos los demás se dice: “y murió”, este no, Enoc desapareció, o sea que subió al cielo con todo y su cuerpo ¡Eso también me sorprende!  Por cierto, Enoc es el padre de Matusalén, quien vivió novecientos sesenta y nueve años y murió. Matusalén era padre de Lamec y Lamec fue el padre de Noé. Noé vivió novecientos cincuenta años y murió. 

Hay muchas más cosas que me sorprenden, pero por hoy aquí le dejamos. Me gustaría conocer lo que tú vas descubriendo cuando leas la biblia… ¡¡Tenemos un Dios maravillosos!!! Te invito a conocerlo.

La Verdadera Pascua (Paste 2)

En el escrito anterior hablamos del verdadero origen de la Pascua, es una fiesta que Dios marcó para que se celebrara para siempre, fue cua...