jueves, 22 de noviembre de 2018

Pacto de Sangre


En mis tiempos de juventud, recuerdo que se hablaba de pactos que se hacían con sangre. Cuando veías a alguna persona de edad adulta, pero de aspecto joven, rica y famosa, entonces decíamos (creo que todavía se dice) “mira hizo un pacto con el diablo”. Entonces teníamos muy claro que la riqueza, la fama, la belleza y la juventud venían sólo por medio de poderes ocultos que el diablo te daba… incluso que esa creencia todavía está vigente.
Y por el contrario, si vemos a una persona enferma, decimos: “mira lo que está pasando, pues que se haga la voluntad de Dios”
¡Esto es sorprendente! Si una persona está enferma, pobre, triste, deprimida se lo atribuimos a Dios. Y si una persona es rica, joven y famosa, se lo atribuimos al diablo…¡Qué tiempos locos! ¿No crees? Por eso luego escuchamos quien dice: “cuando me muera me voy a ir al infierno, allá están mis cuates, allá está la fiesta, lo divertido… ¡¿Qué!?
Espérame tantito… escrito está: El diablo es el padre de todas las mentiras. Y mira la mentira tan grande que hemos creído. ¡Qué pena con Dios! El creó todo lo bueno, lo agradable, lo perfecto y también lo divertido, el gozo, la alegría, la belleza, la riqueza. ¡¡¡Tenemos que leer la biblia!!! (Qué raro que para algunas personas leer la biblia es ignorancia, si allí está la mayor riqueza= La Vida)
Siento profundamente en mi mente el concepto de pacto de sangre, pero el equivocado. El que entregas tu vida por fama y fortuna, el que tu alma se entrega a esclavitud y al final de los días eres llevado a un tormento eterno (pero decimos: qué importa, si allí está la fiesta) ¡Gran mentira!
La buena noticia es que todo ese concepto de pacto ¡Es verdad! Pero el diablo lo usó para llenarlo de sus mentiras. El verdadero pacto de sangre es el que sufrió Jesús en la cruz para que tú y yo tuviéramos salud, belleza, fama y fortuna… (algunos santurrones ya estarán bien enojados, con la pena, es la verdad) No es toda la verdad, hay muchísimas maravillas en esa cruz, por ejemplo: Cuando reconoces que Jesús tomó tu lugar en esa cruz, (porque por nuestro pecado merecemos la muerte -esto es vivir separados del Padre- pero Jesús por su incomparable amor tomó nuestro lugar y en lugar de que tú y yo estemos muertos por nuestro pecado, Jesús recibió esa muerte en la cruz)  es entonces cuando recibes el derecho legal de que al morir podrás tener una vida eterna como ciudadano del reino de los cielos. Pero eso mismo, desde ahora, te hace acreedor a grandes beneficios.
Ya que reconoces a Jesús como tu salvador (te salvó de la muerte como ya dijimos) entonces formas parte de ese pacto que él pagó con su sangre. Como participantes del pacto de sangre, tenemos que conocer los beneficios del pacto: Se derramó sangre, esa sangre me es por señal de que soy de Jesús, la sangre me libra de la muerte, de la enfermedad, y de todo concepto destructivo. Por lo tanto soy beneficiaria de todo aquello por lo que se pagó… y que quede bien claro que el precio fue alto, ya que quien murió en esa cruz fue el mismísimo hijo de Dios, era rey y se hizo hombre por amor a ti (Y sólo basta creer para recibir ¡qué maravilla!) ¡Ah! Otra cosa: el hijo de Dios, vino a destruir las obras del diablo, a derribar todas sus mentiras, pero eso se recibe al entrar en ese pacto.
Beneficios obvios: Salud, belleza, fama, fortuna… alegría, paz, un corazón afable para bendecir a otros, te conviertes en fuente de amor… una vida perfecta no porque seguimos viviendo en la tierra, la perfección está en el cielo. Pero qué bonito es encontrar a un enfermo que desea ser sanado y permite que ores por él y luego ves que Jesús te ha usado para llevar sanidad, felicidad, prosperidad, paz, matrimonios felices, negocios prosperando.
Yo he firmado un pacto de sangre con Dios, le entrego mi vida (al fin es el rey y dueño de toda plenitud y gozo) a cambio recibo sanidad, riqueza, amor, paz, gozo, alegría, juventud. Él puede usar mi vida con poder sobrenatural que viene del cielo, por cierto es un poder que no está oculto, es accesible para todo aquel que quiera disfrutar de los beneficios del cielo en la tierra, sólo tenemos que creer.
Si quieres entrar en ese pacto, sólo habla con Jesús y pídeselo, él te responderá, ¡ya lo verás!

jueves, 1 de noviembre de 2018

Si crees que Jesús lo hizo, ya estás justificado


Una vez leí en la biblia una historia que me hizo ver la fuerza, firmeza y lo radical del carácter de Dios. Se trataba de un profeta de Dios al cual envió a dar un mensaje, también Dios le indicó que tenía que regresar sin detenerse, sin ir a ningún otro lugar, y sin atender ningún otro asunto. Aquel profeta después de dar el mensaje regresó sin quedarse, aunque le habían ofrecido comida y descanso, pero en obediencia siguió su camino, en ese camino un hombre lo encontró y lo invitó a su casa, pero este le dijo que Dios le había mandado no detenerse, a lo que el hombre contestó, “Yo soy profeta de Dios igual que tú y me ha dicho que te invite a mi casa, así que no te preocupes, está bien si vienes.” Entonces aceptó y se quedó, inmediatamente después el profeta murió.

Así como tú estás con la boca abierta, así me quedé yo, y le dije, “Dios, ¿quién podrá salvarse si por cosas como esas tu enviaste juicio inmediato a los hombres del antiguo testamento?, ¡Prepárate para quedar más sorprendido! ¿Sabes qué me contestó?... “Por eso Jesús puso su vida por cada uno de ustedes”  ¡Wow! No sé si tú ya habías entendido el precio que pagó Jesús, a mí me quedó clarísimo después de esto.

La biblia dice que todos somos pecadores y que sólo Jesús es el único Digno, por eso al entregar su vida y derramar toda su sangre nosotros somos justificados. Dice la biblia que la deuda que nosotros no hubiéramos podido pagar, Jesús la pagó por nosotros.

Romanos 3:10 - 12
10 Como dicen las Escrituras:
«No hay ni un solo justo,
    ni siquiera uno.
11 Nadie es realmente sabio,
    nadie busca a Dios.
12 Todos se desviaron,
    todos se volvieron inútiles.
No hay ni uno que haga lo bueno,
    ni uno solo».

Así que pensar que nosotros al portarnos bien podemos lograr ser perdonados, es un grandísimo error. No hay posibilidades de que por nuestras fuerzas, por nuestros intentos, nuestras oraciones, sacrificios, ayunos… etc.,  seamos dignos de recibir perdón, solamente al reconocer que Jesús lo hizo por nosotros, reconocer que Jesús se entregó por nosotros, reconocer que solamente la sangre de Jesús nos justifica delante de Dios, es cuando somos libres y perdonados.

Dice la biblia que la naturaleza de pecado nos aparta de Dios, pero cuando le entregamos nuestra vida a Jesús y lo reconocemos como nuestro salvador (vaya que nos ha salvado de inimaginable castigo), lo reconocemos como nuestro libertador (nos libró de la muerte que merecíamos). Al reconocerlo, entonces Dios no ve nuestra naturaleza, sino que ve a Jesús, ve su sacrificio;  Jesús nos limpia, nos justifica y nos reconcilia con Dios.

Romanos 3:20
20 Pues nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos.

Es entonces cuando podemos decir que somos la justicia de Dios, con toda confianza podemos estar seguros que al reconocer a Jesús como nuestro Señor y Salvador, entonces ya estamos justificados:

Romanos 3:22-26
22 Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere. 23 Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios. 24 Sin embargo, Dios nos declara justos gratuita y bondadosamente por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados. 25 Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las personas son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su vida al derramar su sangre. Ese sacrificio muestra que Dios actuó con justicia cuando se contuvo y no castigó a los que pecaron en el pasado,

Muy importante creer que todo esto es la única verdad, y estamos hablando que al creer que Jesús se sacrificó para que nosotros fuéramos perdonados, entonces inmediatamente nuestros pecados son perdonados… si quieres puedes ir a tu biblia y leerlo tú mismo. Porque entiendo que esto es tan maravilloso que puede causar muchas dudas, así que te animo a leer tu propia biblia en Romanos 3, lee todo el capítulo te va a gustar.

miércoles, 29 de agosto de 2018

¡Mejor habla con Dios!



¡Es tan fácil, muy fácil! En lugar de tener un diálogo interno destructivo, mejor habla con Dios. ¿Cuánto tiempo pasamos discutiendo en nuestra mente? Piénsalo bien, reflexiona y te darás cuenta que mucho de tu tiempo, todo ese estrés que acumulas, la ansiedad que sientes, todo eso es por tu diálogo interior. ¡¿Qué tanto te dices?! Haz consciente tu proceso mental y verás que siempre tendemos a irnos hacia lo negativo, incluso hay un dicho que dice: "piensa mal y acertarás." ¡Qué triste! En realidad todas esas son mentiras, estamos tan acostumbrados a vivir así que creemos que es normal, pero... ¡Pero! ¡Pero no lo es! Son mentiras que entran a la mente por conceptos que obtuvimos de… ¿una película?, ¿de la televisión?, ¿quizá de mi entorno, es decir, mi familia, amigos, compañeros de trabajo? Todos vamos adquiriendo conceptos de lo que vivimos día con día; consciente o inconscientemente nos acostumbramos a pensar como todo el mundo piensa.  No te preocupes, ¡hay buenas noticias! Dios dice todo lo contrario ¡Aleluya! Lo malo es que ya ni en Dios podemos creer. ¿Cómo creer? si volteamos a nuestro alrededor y todo está mal. ¿Dónde está Dios, qué no ve?   

Bien, voy a comenzar a derribar todas esas mentiras:

31 Jesús le dijo a la gente que creyó en él:
—Ustedes son verdaderamente mis discípulos si se mantienen fieles a mis enseñanzas; 32 y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. (Juan 8:31-32) No hay nada mejor que la verdad para ser libres, y estamos hablando de esa libertad que nos permite tener pensamientos de paz, pensamientos que no traigan condenación, culpa, miedo. Por eso es importante derribar argumentos que se levantan en contra de los propósitos de Dios como le dijo el apóstol Pablo al pueblo de Corintios: Destruimos todo obstáculo de arrogancia que impide que la gente conozca a Dios. Capturamos los pensamientos rebeldes y enseñamos a las personas a obedecer a Cristo; (2 Corintios 10:5)
La pregunta es ¿cómo obedecer al que no conocemos? ¿Cómo obedecer al primero que nos está señalando nuestras faltas y pecados? Porque en realidad nosotros no podemos ser perfectos, ni santos, ni libres de pecado. Y eso es una realidad que vivimos. Pablo tenía una palabra para el pueblo romano: No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta. (Romanos 12:2)
¿Cómo será posible que la voluntad de Dios sea buena, agradable y perfecta? Sólo basta ver cuántas personas están enfermando y muriendo, hay secuestros, robos y toda clase de inseguridad ¡¿Dónde está Dios?! Si leemos bien, dice que no imitemos las costumbres de este mundo y que permitamos que Dios cambie nuestra forma de pensar… ¡Ah! Entonces todo comienza en nuestros pensamientos, iniciamos hablando del diálogo interior y de cómo acostumbramos a pensar cosas negativas, en cambio si permitimos que Dios transforme nuestra manera de pensar, entonces tendremos pensamientos de bien y no de mal. Y ahora sí, comprobaremos que la voluntad de Dios es buena agradable y perfecta.
Hemos escuchado que donde enfocas tu atención, eso es lo que tendrás. Hay personas que pasan de una tragedia a otra y cada vez peor, ¿ya entendiste por qué? Lo primero que tenemos que hacer es confiar en que realmente Dios nos ama ¿Cómo lo comprobamos? Porque: Ustedes conocen la gracia generosa de nuestro Señor Jesucristo. Aunque era rico, por amor a ustedes se hizo pobre para que mediante su pobreza pudiera hacerlos ricos. (2 Corintios 8:9)  Y también porque: él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz; fue azotado para que pudiéramos ser sanados. (Isaías 53:5)
Suficientes pruebas de su amor ¿no crees? Una vez que tenemos confianza en el amor de Dios, será más fácil permitir que él nos transforme la manera de pensar mediante su palabra, entonces lo que seguirá será comprobar su buena voluntad para no seguir pensando como todo el mundo en tragedias y catástrofes que algún día nos alcanzarán, pues estamos pensando en eso todo el día. Esto mismo que estamos leyendo cambia nuestra forma de pensar porque es la palabra de Dios, es su herencia, está en el testamento y nos pertenece a todos los que hemos creído que Jesús es el Señor.
8 En realidad, dice: «El mensaje está muy al alcance de la mano, está en tus labios y en tu corazón». Y ese mensaje es el mismo mensaje que nosotros predicamos acerca de la fe: 9 Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. 10 Pues es por creer en tu corazón que eres declarado justo a los ojos de Dios y es por declarar abiertamente tu fe que eres salvo. 11 Como nos dicen las Escrituras: «Todo el que confíe en él jamás será avergonzado». (Romanos 10:8-11) Así de sencillo, creemos y confesamos lo que creemos, entonces alcanzamos gracia (la palabra gracia se refiere a recibir un regalo aunque no lo merecemos) Dios decidió entregarnos todas sus bendiciones, promesas y riquezas por medio de Su hijo Jesús, aunque no lo merecemos.
 1Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús; 2 y porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida los ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte. (Romanos 8:1-2)
5 Los que están dominados por la naturaleza pecaminosa piensan en cosas pecaminosas, pero los que son controlados por el Espíritu Santo piensan en las cosas que agradan al Espíritu. 6 Por lo tanto, permitir que la naturaleza pecaminosa les controle la mente lleva a la muerte. Pero permitir que el Espíritu les controle la mente lleva a la vida y a la paz. (Romanos 8:5-6)
Así que entonces Dios nos da libre albedrío para que nosotros elijamos: o permitimos que nos controle la naturaleza pecaminosa o permitimos que nos controle el Espíritu Santo. El primero es muerte, el segundo vida ¿Qué vas a elegir? Esto es cada mañana, a cada momento, en cada decisión, en cada acción de tu día: 19 »Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir! (Deuteronomio 30:19)
A veces pensamos que las palabras de la biblia solamente son para los domingos en la iglesia, pero ese pensamiento está muy lejos de la verdad. Déjame platicarte que ayer escuché algo hermoso: Si te dan la noticia de que un pariente te dejó una gran fortuna y tienes que ir a escuchar el testamento para recibirla ¿irías? ¡Pues claro! ¡Obvio! ¿Verdad? Pues qué crees, el dueño del mundo te dejó una gran fortuna, sólo tienes que leer el testamento, hay uno antiguo y hay uno nuevo, pero ambos son una carta de amor para ti, está lleno de riquezas, de amor y libertad. Y por si no entendiste, te aclaro que el dueño del mundo es Dios, tu papá. El testamento que tienes que leer es la biblia y todas las riquezas de las cuales te hablo son las que ya conoces: Salud, paz, amor, felicidad, libertad, negocios exitosos, cuentas de banco llenas, cuidado y protección de ángeles del cielo… ¿qué más necesitas? 19 Y este mismo Dios quien me cuida suplirá todo lo que necesiten, de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo Jesús. (Filipenses 4:19)
En el siguiente blog te voy a platicar: ¿Cómo permitir que me controle el Espíritu Santo? ¿Qué tengo que hacer?  
Pero por ahora habla con Dios, él te ama y no está enojado contigo ¡Háblale!

Te invito a conocer mi tienda online:
Libros de Gaby Falcón
¡Leer transforma!

viernes, 26 de enero de 2018

¿Qué sigue de una operación?


Como muchos de ustedes  saben, a finales de febrero del año pasado, Dios me presentó un plan sorprendente, desde ese momento me enseñó a caminar en una fe inigualable para mí, nunca antes había vivido cosas tan maravillosas y lo mejor de todo es que yo no hacía nada, solamente creer.
A mis trece años de edad comencé a presentar  problemas para caminar, a los quince años ya no podía usar zapatos con tacones y en el primer año de preparatoria me hicieron la primera operación en mis pies, en fin pasaron muchos años,  cuatro operaciones y a mis casi cincuenta años sin esperanza de una mejoría, Dios comenzó a hablarme, una persona me dijo: “Gaby Dios quiere sanar tus pies”
Fue como ir quebrando una roca, lo que había aprendido acerca de los milagros que hoy en día son una realidad, me hacía entender con el pensamiento que “claro que Dios lo puede hacer” , pero algo en mi corazón se resistía (ahora sé que era incredulidad y hay que reconocerla para echarla fuera) el tres de febrero escribí un blog  que se titula “La incredulidad nos mantiene en el desierto”, te lo recomiendo, lo acabo de leer otra vez y ahora sé por qué de repente Dios soltó bendiciones que estaban retenidas, retenidas por la incredulidad.


Como les decía, a finales de febrero (después de desarraigar toda incredulidad de mi corazón como Dios me lo mostró), me sorprendió con un plan maravilloso, y hasta le puso fecha, todas las circunstancias inimaginables se acomodaron para que me operaran mi pie derecho que era el más problemático. Todos los recursos económicos, médicos, tiempos, y demás detalles quedaron cubiertos perfectamente y por supuesto como estamos hablando de los planes de Dios, hubo bendiciones por todos lados. Cada uno de los detalles fue un milagro, las personas, los recursos, las fechas, todo quedaba perfectamente acomodado sin que yo hiciera nada, fui como una espectadora, por supuesto maravillada por el amor de Dios.

Mi operación se llevó a cabo el 31 de agosto 2017, (y es importante mencionar que en el quirófano, Dios me permitió ver su Gloria, era como un vapor brillante flotando en ese lugar y sentí una paz indescriptible). Me inmovilizaron el pie con un yeso de fibra de vidrio, después usé una bota ortopédica (parecía robocop) y el cuatro de diciembre me dijeron los doctores “ya empiece a caminar, poco a poco con ayuda de un fisioterapeuta y la volveremos a ver el 16 de abril”. Así que aquí estoy,  tengo terapias dos veces por semana, mi tarea es hacer los ejercicios dos veces al día,  quiero decirles que la etapa de rehabilitación es la más difícil. He aprendido un montón de cosas y lo que más me impresiona es la fuerza de los hábitos en la mente.

Mi terapeuta me ha explicado cómo a las personas que les amputan un miembro, incluso pasa tiempo y siguen sintiendo dolor en ese miembro que ya no tienen. También me ha explicado cómo una persona que se somete a una cirugía estética, es probable que se vuelva a intervenir, porque en su mente no logra ver su nueva imagen. Pues así estoy batallando con mi mente, no he logrado caminar fluidamente; aunque mi pie ya me lo enderezaron, en mi mente no hay una conexión con mi nueva naturaleza. Tengo que caminar frente a un espejo, me tomaron video caminando junto a mi hija para que pueda ver cómo es que  ya camino con mis pies derechos, pero en mi mente no se ha registrado y te voy a decir que pasa: Cada vez que doy un paso siento que en mi nuevo pie tengo una especie de plataforma que empuja mi cadera hacia arriba y me entorpece mi caminar. Pero eso en realidad no ocurre porque yo lo puedo ver en el espejo,  mi mente no ha  logrado asimilarlo y siento eso que me estorba, que no es real.

La doctora me dijo: “No crea en lo que siente, crea en lo que ve” por eso tengo que verme en el espejo, ya he llorado de alegría y asombro al verme viviendo este milagro ¡Caminar con mis pies derechos después de tantos años es tan maravilloso! Ahora sólo falta hacer la “conexión” de la mente con el cuerpo.
Y me dijo algo más… y es por eso que estoy escribiendo este blog: 

“Señora, desde que salió de la sala de operaciones usted es una nueva persona. Ya no tiene su pie enfermo, ya no es una persona incapaz, ahora es una nueva mujer con todas sus capacidades completas. Tiene que aprender a verse como ahora es, una nueva mujer fuerte y capaz.” 

  ¡Wow! estas palabras me conmueven y  te voy a decir porque…

Cuando la biblia nos dice que al reconocer a Jesús como nuestro Señor  y le entregamos nuestra vida, entonces nacemos de nuevo (espiritualmente hablando) dice la biblia que somos nuevas criaturas, hemos sido trasladados de las tinieblas a la luz admirable. Es decir, pasamos de vivir en tinieblas, a vivir en la luz de Dios, ya somos ciudadanos del reino de los cielos en la tierra. Pero también nos dice que es necesario que nuestra mente sea renovada… ¿Sabes por qué? Ahora entiendo, es por todo esto que te acabo de contar, esto que estoy viviendo en mi condición física me ayudó a entender que tenemos que hacer la conexión en nuestra mente con nuestra nueva naturaleza.  Por eso tenemos que trabajar en nuestra mente para vernos como ya somos para Dios, ya somos nuevos, renovados, fuertes, valientes, sanos, prósperos, felices. ¡Ya lo somos! Sólo tenemos que creerlo y hacer “la conexión”.

Otra cosa, la paciencia es un factor muy importante: desde el momento en que salí de la operación soy una mujer sana, pero obviamente en ese momento no podía tomar mis zapatos y salir corriendo, tenía que esperar que mis huesos sanaran, que el cuerpo se rehabilite, tengo que hacer mis ejercicios y trabajar sin descanso hasta lograr que mi cuerpo llegue a la plenitud. Mi terapeuta me dice que tengo que seguir un proceso en mi mente de asimilación, después rehabilitación y en seguida  viene la adaptación. Es decir, una vez que mi cuerpo logre la condición óptima, entonces comienza la adaptación a la nueva forma de caminar. Es maravillosos pensar que todo esto lo podemos trasponer  a nuestra vida espiritual ¿Me explico? Entrar a formar parte de la familia de Dios, es un proceso que lleva tiempo, somos trasladados de manera inmediata por el amor de Dios, pero tenemos que madurarlo, entenderlo, vivirlo, asimilarlo y adaptarnos a esa nueva naturaleza de victoria, sanidad, gozo, plenitud, prosperidad. 

Lo más importante de este proceso es nunca dejar que la mente te lleve a creer que no perteneces a esa nueva naturaleza, la naturaleza de ser heredero hijo de Dios ¡Ya no somos esclavos, sino hijos! Al ser hijos de Dios recibimos esa autoridad entregada por el Padre por medio de Jesucristo, la biblia dice que estamos reinando junto con Cristo en lugares celestiales. Eso quiere decir que inmediatamente recibimos  la autoridad en Cristo para derribar a los enemigos (espiritualmente hablando), echar fuera demonios, sanar enfermos, resucitar muertos, ¡Eso dice Jesús! Él dijo: “Estas señales seguirán a los que creen, en mi nombre echarán fuera demonios, sanaran enfermos, hablarán nuevas lenguas, tomarán en sus manos serpientes, y si  bebieran cosa mortífera no les hará daño.” (Marcos 16:17-18)

Haz la conexión con tu nueva naturaleza, ¡No creas en lo que sientes, cree en lo que ves! Y me refiero a ver con los ojos espirituales todas las bendiciones y milagros maravillosos que seguramente Dios te ha regalado. Ya no veas tus circunstancias, sólo cree en lo que Dios ya te dio. Tómalo, recíbelo, es real. 


Otra buena noticia: ¿Te acuerdas que el primer milagro que hizo Jesús fue el de convertir el agua en vino? Tal vez nosotros éramos agua simple y en un instante Jesús nos convierte en el mejor vino, el de los más caros, el más preciado. A mí esto me sorprende porque antes hablé de un proceso de maduración, un proceso natural, pero que tal si entramos a la naturaleza de Jesús que es sorprendente y sobre natural y en un instante somos lo que Dios diseñó. ¡Haz la conexión! ¡Hagamos la conexión!  No estés más detenido por incredulidad, sólo avancemos, avancemos, avancemos. 

Te invito a conocer mi tienda online:

Libros de Gaby Falcón

¡Leer transforma!

miércoles, 3 de enero de 2018

Leamos la biblia en un año ¡Sorpréndete!


Uno de mis propósitos para este 2018 es leer la biblia completa, así que seguiré el programa de lectura que viene en las últimas páginas de mi biblia (Te invito a hacer lo mismo), está muy dinámico y agradable; propone leer unos versículos del Nuevo Testamento, algunos capítulos de los libros del Antiguo Testamento y un Salmo, esto me ha llevado un tiempo de treinta minutos y quiera o no, me he quedado meditando en la lectura, por eso es que decidí compartir las cosas que he descubierto y me han sorprendido ¡En serio! La biblia nos puede sorprender  como nunca lo imaginamos. Ejemplo: Hoy leí un versículo que decía “Y había gigantes en la tierra”, y también otro que decía “Y vivió novecientos sesenta y cinco años”… ¡¿Qué?!

Partamos de lo básico: yo creo, indiscutíblemente creo con todo mi ser que la biblia es la palabra de Dios y Él no miente, así que si dice que había gigantes, así era.  Si dice que los primeros hombres vivían seiscientos, ochocientos y hasta novecientos años, así mismo era. Recordemos que solamente Jesús usó parábolas, cuando trataba de explicar a quienes lo escuchaban algún asunto del reino de los cielos, entonces usaba dichas parábolas, (La parábola designa una forma literaria que consiste en un relato figurado del cual, por analogía o semejanza, se deriva una enseñanza relativa a un tema que no es el explícito. Es en esencia, un relato simbólico o una comparación basada en una observación verosímil –Wikipedia-), pero después de la parábola encontramos la explicación de la misma.  Todas las demás historias de la biblia son reales y sucedieron tal y como dice.

Este plan de lectura lo comencé el lunes primero de enero, así que hoy leí lo que corresponde al día tres, pero la verdad también lo del día cuatro, pienso que habrá días en que no pueda leer, así que cada vez que tenga el tiempo, voy a adelantarme. Te invito a hacer lo mismo, leamos juntos toda la biblia en un año ¿te late?

Día 1 – Lucas 5:27-39, Génesis 1 y 2, Salmo 1

Día 2 – Lucas 6:1-26, Génesis 3 al 5, Salmo 2

Día 3 – Lucas 6:27-49, Génesis 6 y 7, Salmo 3

Día 4 – Lucas 1:1-17, Génesis 8 al 10, Salmo 4 (por si quieres adelantar)

Lo que más me ha sorprendido:

Primero, que un hombre que trabajaba cobrando impuestos, dejó todo y siguió a Jesús. Dice que Jesús iba pasando y sólo le dijo “sígueme” ¡dejó todo y le siguió! Qué poder tenía Jesús que los hombre le seguían así, sin más explicación. Pedro dejó su trabajo y Mateo dejó su trabajo, sólo les dijo “Sígueme” no les tuvo que rogar, ni dar ninguna explicación, eso me sorprende mucho.

Otra cosa que me ha sorprendido es descubrir cómo Dios creó todo, cuando leí Génesis 1, me imaginaba a Dios creando el día y la noche, pero yo sé que el mundo gira alrededor del sol y por la noche podemos ver las estrellas, así que imaginaba a Dios creando el universo, los planetas, las galaxias, el sol y la luna y después todo eso sostenía al planeta tierra. Pero la biblia dice todo lo contrario ¡¿No es sorprendente?! Dios primero hizo el planeta tierra, después el día y la noche y después hizo el sol, la luna y las estrellas. Mi corto entendimiento me hace pensar, porque así está escrito, que Dios creo el universo para sostener a la tierra y no al contrario. Por eso hay que leer con calma (te recomiendo que te tomes tu tiempo cuando estés leyendo).

Otra cosa maravillosa es que Dios creó a los seres humanos y le gustó lo que hizo, pero después hizo a Adán y de él creó a Eva, a ellos les dio el jardín del Edén, (cuando la biblia dice que, por el pecado de Adán y Eva perdimos el Edén; pero por medio de Jesús recuperamos las bendiciones, entonces creo que espiritualmente vivir bajo la Gracia es igual que vivir en el jardín del Edén. Si estás familiarizado con esto que digo, estúdialo y verás cuantas maravillas).  De Adán y Eva surgen todas las generaciones del pueblo de Dios, Israel, es decir, los judíos (Jesús era judío no lo olvides). Pero por la creación de los otros seres es que existieron gigantes, pero un día vio Dios que toda la tierra se había corrompido y había mucha maldad por eso es que manda un diluvio y sólo Noé y su familia (que son descendientes de Adán y Eva) son salvados y de ellos la tierra se vuelve a poblar.
Hubo un hombre llamado Enoc quien vivió trescientos sesenta y cinco años, fue el bisabuelo de Noé, de él se especifica que caminó con Dios y un día desapareció porque Dios se lo llevó, de todos los demás se dice: “y murió”, este no, Enoc desapareció, o sea que subió al cielo con todo y su cuerpo ¡Eso también me sorprende!  Por cierto, Enoc es el padre de Matusalén, quien vivió novecientos sesenta y nueve años y murió. Matusalén era padre de Lamec y Lamec fue el padre de Noé. Noé vivió novecientos cincuenta años y murió. 

Hay muchas más cosas que me sorprenden, pero por hoy aquí le dejamos. Me gustaría conocer lo que tú vas descubriendo cuando leas la biblia… ¡¡Tenemos un Dios maravillosos!!! Te invito a conocerlo.

La Verdadera Pascua (Paste 2)

En el escrito anterior hablamos del verdadero origen de la Pascua, es una fiesta que Dios marcó para que se celebrara para siempre, fue cua...